sábado, 3 de febrero de 2018

Origireto2018: Enero #2


Cuando entramos, siento que el aire se enfría con el solo hecho de escuchar el chirrido de la puerta abriéndose con una facilidad que asusta, aunque esto parezca que sea solo por mí.

Neko parece muy feliz mientras entra con pasos que parecen casi saltos de alegría. Kuroh, como es habitual en él, mantiene su tranquila expresión y sigue a nuestra alocada amiga hacia dentro, encendiendo una linterna. Como me quedo en la entrada, se giran para mirarme con sus ojos llenos de preocupación.

—¿Pasa algo, Shiro? —pregunta Kuroh, acercándose a mí. Neko le sigue.

—¡Shiro! ¡No te quedes ahí! —refunfuña ella.

—Es que... no me da buena espina —sonrío nervioso.

—Shiro, mientras antes vayamos, antes recuperaremos la linterna esa de la gata tonta —me intenta convencer Kuroh.

—¡Idiota, no me digas tonta!

—Vamos, no pasará nada —me coge de la mano, y si antes estaba ya nervioso, ese simple gesto es lo que hace que mi cuerpo se vuelva repentinamente como gelatina, y noto el calor que antes perdí volviendo de forma abrupta a mi rostro.

—D-de acuerdo —digo con mi tono más bajo de lo habitual, y empiezo a caminar junto a él, sin embargo no me suelta y, de cierto modo, lo agradezco.

Todo está bastante tétrico, por llamarlo de alguna manera. El edificio fue en su tiempo de esplendor, un hospital. Sin embargo, se fue abandonando ante la innovación tecnológica y pasó a ser un manicomio que, debido a las torturas que sufrían los pacientes de forma clandestina, se clausuró. Muchas personas murieron en sufrimiento entre esas paredes, gritando, resistiéndose...

—Shiro, los fantasmas no existen —ríe Kuroh al notar mi duda y que mi mirada se dirigía a todos los rincones que la linterna no iluminaba—. Encontremos la linterna y ya.

Asiento, pero Neko parece tan poco convencida como yo de las palabras de Kuroh. Se nota en su temblorosa sonrisa y en su lento andar que está casi tan asustada como yo. Sin embargo, sé que fue un reto de sus compañeros y no se irá contenta hasta que encuentre una linterna que un chico dejó ahí cuando escapó corriendo.

El reto era ese: ir por la noche a por la linterna. Sin embargo, no pensaba permitir que fuera ella sola, y Kuroh no nos dejaría ir solos, así que vinimos finalmente los tres aquí.

Con su habitual carácter sereno, Kuroh es muy buena compañía para calmar mis miedos, aunque no tanto mis nervios. Parece hacerlo inconscientemente, pero su solo tacto logra despertarme los sentidos que ni sabía que tenía. Y no es que sea precisamente unos gestos muy bruscos ni demasiado atrevidos; con solo acariciar la palma de mi mano con su dedo es suficiente para erizar los vellos de mi cuerpo.

Doy un pequeño salto al escuchar el chirrido de una puerta abriéndose, y Neko me imita. Ambos nos pegamos a Kuroh con espanto, y él solo suspira.

—No es nada más que el viento, vamos.

Ninguno de los dos le creemos del todo. Así que vamos caminando más juntos que antes, casi pisándonos, y analizando cada rincón mientras Kuroh no hace más que repetir frases de poesía relevantes a la valentía. Como no hay ningún incidente pasado un tiempo, nos vamos relajando un poco, pues está el crujido de las ratas en el desbaratado techo y el suelo aquejándose a cada paso que damos en él, como si nos dijera que no somos bienvenidos.

—¿Sabes dónde está la dichosa linterna? —pregunta Kuroh a Neko, quien asiente, temerosa.

—En la cuarta planta —responde—. Pero subir...

Kuroh bufa con clara exasperación y la coge, echándosela al hombro como si de un saco de patatas se tratase. Neko patalea exigiendo que la suelte, y yo solo sonrío mientras me tapo la mano que antes sostenía mi compañero, pero soltó cuando cargó a nuestra amiga. De repente, se siente más fría de lo habitual, y sospecho que no es solo por el  viento de la noche.

—Vamos, Shiro —me apura Kuroh mientras sube con la seguridad que a mí me falta. 

—¡Dame un poco de tu valentía! —le recrimino mientras subo con cuidado de que un viejo escalón no ceda por mi peso.

Kuroh solo ríe mientras Neko se aferra a él, desistiendo de pelear con Kuroh debido a que está tan asustada como yo del crujir de la madera de esos escalones que parecen a punto de romperse en mil pedazos y llevarnos directos al abismo.

El olor a humedad no ayuda para nada a mi estado de ánimo, y decido apoyarme en la oxidada 
barandilla de hierro que está repleta de un color naranja amarronado ante la luz de la linterna. Las sombras que forman la luna, que se filtra por las grietas de las paredes y agujeros del techo, hacen que esté pendiente de mi retaguardia. 

Kuroh pasa como si nada y, en cuanto llegamos a la primera planta, sigue subiendo a la segunda con Neko, pero yo me detengo asustado al ver un retazo de tela que debe pertenecer a un vestido o alguna prenda larga. Me agacho a tomarla, pero me topo con un pinchazo que me hace retroceder y mi dedo sangra debido a que un pequeño trozo de madera se ha incrustado a mi dedo índice.

Me convenzo que por la escasa luz no he visto una astilla, y desisto de tomar la prenda. Sin embargo, cuando trato de seguir a Kuroh, algo parece cogerme de la chaqueta.

—Ayúdame...

Empieza a llover con fuerza, una tempestad que parece dispuesta a tirar las ventanas y el edificio entero. Las voces me piden ayuda, las sombras vienen a por mí. Caigo, no puedo escapar...

—¿Shiro? ¿Qué haces ahí? Vámonos. 

Abro los ojos y veo a Kuroh con dos linternas y Neko, ya en el suelo, mirándome preocupada. Me levanto y abrazo a Kuroh, y con el frío mitigándose con su calor, le pido que no me suelte.

—Tranquilo... —me susurra mientras acaricia mis cabellos—. Nos vamos ya, ¿vale?
Sollozo mientras asiento, y él me coge en brazos mientras me lleva de nuevo abajo. Solo cuando salimos me siento aliviado, y me fijo que la lluvia no ha mojado nada. Como si nunca...

Volteo a ver el edificio y, mientras sopla el viento, decido que jamás volveré a ir allí.

Salut, lectores

Bueno, este es el reto 2, que consiste de una historia de terror en un manicomio. Ala, pues ahí está :P

Tiene 1049 palabras con las justitas para no pasarme del limite, y es como la "conti" del anterior ejercicio, asi que están relacionados. Y están en primera persona :P

Se supone que es de terror. SE SUPONE. Aqui dejo la pegatina.

Poz aquí está la pegatina XD

Espero que os haya gustado~

¿Merezco comentario voto? ¿Disparo? ¿Tartita? 

Au revoir~. Nos leeremos pronto~.

1 comentario:

  1. ¡Hola! Ahora sí que puedo comentar jajajaja.
    Este relato me ha parecido más "individual" que el anterior. Es decir, creo que es más fácil leerlo fuera del contexto de toda la historia. Tiene un punto positivo que hagas una historia con todos los relatos y es que siempre tendrás el "heroico" asegurado, pero creo que es muy difícil lograr encajarlos todos seguidos y que tenga sentido cada uno individualmente. ¡Te deseo suerte!

    Sobre el relato, me ha parecido menos loco y más fácil de seguir que el primero, también. No ha dado mucho miedo pero se ve que lo has intentado y es lo que cuenta jaja. La última frase que dejas abierta sobre que la lluvia no ha mojado nada creo que es la más conseguida para dar mal rollo, para mi gusto. El terror es súper difícil, por eso propusimos el objetivo y además hacer varios da puntos extra. Yo a ver como me enfrento a mis relatos de terror xD

    En fin, fuiste la primera pegatina completa, creo, así que enhorabuena :D ¡Ánimo con el resto de meses y gracias por usar este blog, para nosotras será más sencillo!

    Ah, recuerda para los próximos meses que hay que poner un enlace a nuestros blogs (en el primer relato sí los pusiste pero en este no). En este ya no hace falta que lo cambies. :)

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