miércoles, 31 de octubre de 2018

#Origireto2018: Octubre #2


Cuando Jasmine volvió a Agrabah, no vio nada fuera de lo común. El reino seguía igual que a cuando se había marchado, meses atrás. Se notaba que Aladdin estaba haciendo un gran trabajo durante su ausencia, dado que habían acordado que sería ella quien gobernaría pese a que se había casado con él. 

Era lógico teniendo en cuenta de que Aladdin no sabía absolutamente nada de eso, y de hecho disfrutaba más de andar por las calles y con la gente que enclaustrado dentro de un palacio, y Jasmine sostenía que sus derechos seguían siendo suyos pese a su matrimonio, y nadie sabía mejor que ella lo que se tenía que hacer en cuestiones de política.

Por tanto, Jasmine se había dedicado a enseñarle lo más básico acerca de la política a Aladdin, quien había resultado sorprendentemente rápido en cuestiones de aprendizaje. Además, teniendo en cuenta que él había vivido toda su vida en las calles, sabía mucho más del reino que una princesa cuya vida había sido dentro de unos muros de oro. Dado que ninguno quería que nadie pasase las desgracias que Aladdin había tenido que contemplar día tras día desde su niñez, decidieron implementar políticas de ayuda a los más necesitados, para que no necesitasen robar para sobrevivir y pudieran tener una vida decente y con posibilidad de ver un futuro más allá de la pobreza.

Vio que se había aplicado bastante bien, puesto que ya no veía niños con rostros pálidos y hambrientos como los que solía ver en los desfiles que de vez en cuando se hacían. Decidió dar un paseo por el reino, envuelta en ropas que nada tenían que ver con las que se ponía en palacio y con Alfombra actuando como capa. Sonreía a los comerciantes, los cuales hasta se le hacían raros de ver después de haber visto diferentes tipos de mercaderes durante su travesía.

Compró con el dinero que tenía unas manzanas, que estaba segura que encantarían a Abu, y emprendió el camino al palacio, algo lento al detenerse entre los diferentes puestos de los comerciantes. Para cuando llegó al castillo, debió estar tan cambiada que los guardias de la puerta ni siquiera le permitió el paso.

—¿Puede identificarse? —preguntó una de los dos.

—Soy la prin… Sultana, Jasmine —dijo, y Alfombra se apartó para que la reconociesen.

—Claro, y yo soy emperador —rio el otro guardia—. Si no tiene ningún certificado que pueda justificar su entrada, no puede entrar.

—Les estoy diciendo que no necesito nada de eso porque aquí es donde he crecido. Incluso tengo a Alfombra a mi lado —suspiró, sin saber muy bien cómo haría para abrirse camino.

—Entonces no le importará respondernos algunas preguntas —dijo la mujer, y Jasmine se cruzó de brazos y sonrió.

—Por supuesto, todas las que quieran.

—Muy bien —habló el otro guardia—. ¿Hace cuánto partió la sultana?

—Tres meses y cinco días. Podría contar las horas, pero tendría que ponerme a pensar.

Los guardas se miraron entre sí.

—¿Cómo se llama la mascota del sultán? —preguntó la guardia.

—¿Se refiere a Abu? Aquí traigo unas manzanas para él, le encantarán. —Dijo, y alzó la bolsa con las manzanas que traía—. Pero Aladdin prefiere que se refieran a Abu como su compañero.

—¿Cuál es la canción favorita de la sultana? —volvió a preguntar.

—No tengo ninguna en específico, me encantan todas, pero si tuviese que decidir, sería Luz de luna.

—¿Y su comida preferida? —preguntó el otro.

—La pregunta sería difícil para Aladdin, no para mí —rio—. Sin duda, el Fatta.

Los guardias parecieron convencidos con sus respuestas, pero por asegurarse, la hicieron esperar en la puerta mientras iban por Aladdin y su padre. Para cuando ambos la vieron y corrieron hacia ella, no les cupo duda de que en verdad era quien decía ser.

—Lo lamentamos, su majestad —se disculpó la mujer, haciendo una reverencia. Su compañero la imitó—. No la hemos reconocido.

Jasmine rio y agitó una mano en señal de despreocupación.

—Es natural, teniendo en cuenta que me he cortado el pelo —sonrió—. Me alegra, sin embargo, tener guardias tan buenos en mis puertas.

Ambos sonrieron ante sus palabras, y entonces tuvo que atender a las preguntas de los dos hombres que tanto parecían haber esperado ese momento. Jasmine pensó que Genio tendría que intervenir si no le soltaban para que pudiese respirar.

—Papá… Aladdin… Podéis soltarme, no me voy a desvanecer…

Los dos rieron y se separaron de ella. Entonces, empezaron a acribillarla a preguntas que Jasmine tuvo que detener con un grito porque se sobreponían y no entendía nada.

—Si me las decís una por una, mejor, ¿sabéis? —puso las manos en las caderas.

—¿Cómo te ha ido? ¿Estás bien? ¿Has logrado ver el mar? —preguntó su padre, y ella sonrió.

—Me ha ido genial, estoy fenomenal y el mar… ¡Es tan bonito! —se emocionó—. Ya entiendo por qué mamá quería con tantas ganas ir. Le hubiera encantado.

—Tienes que contarme todos los detalles —añadió Aladdin—. ¿Hay mucha gente diferente? ¿Cómo es la comida? ¿Hace más frío o más calor que en Agrabah?

—Te sorprendería la diferencia entre la gente —rio—. Genio te lo podría mostrar mejor que yo. ¡La comida estaba muy buena! Pero no podía traer nada más que unas frutas que pudiesen resistir el viaje —señaló su bolsa—. Y aquí he comprado unas cuantas manzanas para Abu —el mono se acercó a ella en cuanto escuchó su nombre—. ¡Y hace frío! Aunque tenía a Alfombra para taparme.

La aludida hizo un movimiento de afirmación, y todos rieron. El júbilo de la vuelta de la sultana se podía ver en todo palacio, e incluso en todo el reino, puesto que Jasmine era una monarca muy apreciada por su pueblo, como ella pensaba que debiera de ser. Porque, si el pueblo estaba feliz, todo sería más fácil.

De camino al interior del palacio, ya en el marco que separaba el exterior del interior, miró al cielo una última vez con una sonrisa cálida como el sol que cubría su reino.

No había nada mejor que estar de vuelta a casa.

Gentecilla!!

AVALAAAAAAANCHAA

Este sería el de Octubre 2! Se correspondería con el de "haz un interogatorio de 10 preguntas al personaje que quieras" y bueno, está con relacionado con el primero!



 

#Origireto2018: Octubre #1


Aladdin, el joven diamante en bruto, logró vencer al temible y avaricioso Jafar gracias a la ayuda del Genio de la lámpara, al cual liberó de su milenaria prisión usando su último deseo, y vivió feliz para siempre junto a la hija del sultán en su hermoso castillo.

Lástima que esto no fuese del todo cierto.

Jasmine no era una mujer fácil, y mucho menos sumisa. Y no se resignaría a quedarse en el reino de Agrabah como sultana, como todos pretendían que hiciese. Ella decidía su propio destino, y si bien quería a Aladdin, su sueño nunca fue casarse y estar encerrada en un castillo que conocía mejor que la palma de su mano. Ella ansiaba salir, explorar mundo, descubrir nuevas tierras, descubrirse a sí misma.

Lo que menos deseaba era pasar de tener que obedecer a su padre a tener que hacer caso a su marido.
Por eso, cogió una bolsa y metió lo imprescindible en ella, pese a las advertencias de peligro que le daba su esposo. Parecía no querer asumir que ella también podía ser la protagonista de su propia historia, que podía ser lo que quisiera ser y no necesitaba ayuda ni protección de nadie.

—Jasmine, no te puedes ir así porque sí —suspiraba Aladdin—. Al menos, deja que Genio te acompañe.

—¡Yo puedo ser de gran ayuda, princesa!

Jasmine suspiró por enésima vez mientras metía una cantimplora de agua en su bolsa.

—No quiero la ayuda de nadie, Aladdin. Y voy a estar bien, no voy a desaparecer por siempre —rio—. El mundo es muy grande, hay muchas cosas que puede ofrecernos, y lo que quiero es eso. Ver el mundo, yo sola. Si te quedas más tranquilo, puedo llevarme a Alfombra.

La alfombra mágica se acercó a ella con alegría, y la princesa acarició la tela morada con cariño.

—¿Estás segura de esto? —preguntó finalmente Aladdin, y Jasmine le sonrió mientras le acariciaba la mejilla.

—Puedo hacerlo. ¿Confías en mí?

Ambos compartieron una sonrisa cómplice y Aladdin finalmente se rindió ante la determinación de su esposa.

—De acuerdo. Tú ganas, Jasmine —suspiró mientras la estrechaba entre sus brazos—. Solo ten cuidado, ¿vale? El mundo es muy grande, pero también muy peligroso y cruel.

Jasmine sabía que hablaba desde la experiencia, porque el mundo no había sido precisamente bueno con Aladdin durante la mayor parte de su vida. Jasmine era consciente también de que la preocupación de su esposo estaba fundada en su experiencia, pero eso no iba a detenerla de cumplir su sueño.

Su madre murió sin haber cumplido sus deseos, pero Jasmine no asumiría el mismo destino. No sabía lo que se iba a encontrar fuera, y pudiera ser que se arrepintiese en algún momento dado de haber emprendido ese viaje y no haberse quedado en terreno seguro, en su hogar.

Pero la vida era aprender de errores, ¿y qué clase de vida llevaría si nunca había arriesgado por lo que en verdad deseaba?

Echó un último vistazo a su castillo y a su gente antes de encarar las dunas del desierto y el calor del inmisericorde sol. Alfombra parecía estar tan animada y temerosa como ella, y se alegraba de contar con su compañía en ese viaje.

—Estaremos bien, Alfombra.

Con esas palabras, Alfombra emprendió el vuelo hacia el interior del desierto.


···


Si Jasmine pensó alguna vez en arrepentirse de su viaje, definitivamente se arrepentía de sus arrepentimientos.

El mundo era grande, hermoso, fantástico. Nunca antes había pasado una noche durmiendo bajo las estrellas, sintiendo el frío clavándose en su piel o su cabello reseco por el sol. Nunca antes se había sumergido en el lago de un oasis y nadado sin temor a lo que pudiera decir la gente, o lo que pudiera aparentar.

Nunca había visto más que desierto, dunas y extensión llena de arena. Incluso desde lo alto de su castillo, tan solo lograba ver arena y más arena. Cosas como el mar, las montañas y selvas existían tan solo en los cuentos fantásticos que su madre le contaba cuando era pequeña para que durmiese.
La nieve era fría, se escurría entre sus manos, y era blanca como el algodón. Era moldeable como la arcilla, y se convertía en agua ante el calor o en hielo ante el frío más extremo. El hielo era resbaladizo y estaba, valga la redundancia, helado.

Las rocas de las montañas eran grises, negruzcas, y no tenían arena en ellas. El desierto quedaba atrás y daba paso a árboles y grandes edificaciones de piedra en cuya cima había helada nieve. La tierra se volvía de color marrón, y los árboles tenían mucha más altura que los de los oasis. Mientras más se iba adentrando, las lianas y las enredaderas empezaban rodear los árboles, y animales como los conejos, los monos o las ardillas empezaban a aparecer tímidamente. Jasmine pudo ver con sus propios ojos un ciervo, con su cornadura y su porte tan elegante. 

Pudo ver flamencos y cisnes en los lagos, gaviotas sobrevolando su cabeza. Y entonces, cuando Alfombra y ella se adentraron tanto que pasaron el bosque y las montañas, pudieron verlo: el océano se alzaba magnífico ante sus ojos, con las olas chocando suavemente contra la arena blanquecina de la orilla. Su espuma blanca se mezclaba con la arena antes de desaparecer, y a Jasmine le inundó un sentimiento de tranquilidad y felicidad que hizo que las lágrimas brotasen de sus ojos.

Sacó de su bolsa un pequeño bote de cerámica y, mientras sus pies se mojaban con el agua salada del mar, miró al cielo azul y sonrió. Abrió el bote y lo puso bocabajo, el viento llevándose consigo las cenizas que caían, adentrándolas en el más profundo océano.

—Ya eres libre, madre —dijo al cielo, acompañada solo por el sonido del romper de las olas—. Por fin has podido cumplir tu sueño.

El viento movió su cabello negro con suavidad, como si fuera una caricia, y Jasmine se secó las lágrimas para sustituirlas con una gran sonrisa.

Después de tanto tiempo, su madre por fin podía descansar en paz.

Hey, gentecilla!!

AVALANCHA DE RELATOS DE ÚLTIMA HORAAAAAAAAAAAAA

Dejo el relato de octubre #1 que sería "continua con un cuento conocido en vez de aceptar el final" y pues aquí está!!

Sería el de Aladdin (peli disney que todo Dios santo conoce) y cuyo final no acabó de convencerme porque lo que Jasmine quería era libertad y aventura, no casarse xddd

En fin, esta es mi versión de la historia :3