lunes, 30 de julio de 2018
#Origireto2018: Julio #2
Sé que Hana me cuidará. De verdad que lo sé. Pero siempre he sido muy dada a creer cosas tan "extravagantes", como dice Hana, como los aliens o los horóscopos, herencia de mi abuela. Por tanto soy "muy supersticiosa".
Respiro profundamente y me doy ánimos a mí misma mientras me acaricio el estómago. Tengo que asegurarme que Nate será un buen niño, aunque sea contra la voluntad de Hana. Sé que no cree en estas cosas, siempre tan escéptica, pero yo siento que, al menos, no pierdo nada por intentarlo.
Empujo la puerta, que chirría, y el fuerte olor a incienso me golpea de tal manera que me hace toser. Retrocedo un poco, pero no me dejo intimidar y me adentro en el lugar cuya única iluminación son velas, que dan un toque... tenebroso.
Llego a una pequeña recepción donde una mujer, tapada con una tela negra, me mira con verdes ojos brillantes, y eso solo me hace recordar a Hana. Tal vez estoy cometiendo un error...
Sacudo la cabeza. Es tarde para arrepentimientos, ya estoy aquí.
—Buenas tardes, señora —habla la recepcionista.
—Buenas... —me paso un mechón de cabello tras la oreja—. Venía por lo del ritual...
—¿Lo del ritual para los niños? Claro, ¿tiene cita?
—Sí —saco mi móvil y le enseño el email de confirmación.
—¿Tara Masson?
Asiento, pero me sonrojo levemente. Siempre lo hago al escuchar el apellido, nunca me acostumbraré a que me llamen como Hana. Decidí cambiarlo volutariamente, pero pese al tiempo, aún me parece que estar casada con ella es un sueño. Como si en algún momento vaya a despertar y volviese a estar en ese callejón...
—Por aquí, por favor.
Asiento mientras sacudo la cabeza de nuevo y me acaricio el estómago. Empiezo a tener un leve mareo, pero seguramente será culpa de mis siete meses de embarazo.
La mujer abre una puerta que apenas se ve por la oscuridad y entonces vuelvo a pensar que quizá sí es una mala idea después de todo. Casi escucho la voz de Hana diciéndome "te lo dije, idiota".
Hay muchas mujeres aquí, también embarazadas. Están sentadas en círculo, cogidas de la mano.
Cuando me acerco, me hacen un hueco para que me siente. El lugar está oscuro, excepto por las velas que están dentro del círculo. El olor del incienso es más intenso que antes, y se mezcla con otros aromas desconocidos, pero mareantes. Empiezo a respirar con dificultad.
Estoy muy nerviosa. Necesito relajarme.
Respiro profundamente y miro alrededor. Algunas tiemblan, y no es para menos, pues hace mucho frío. El aire acondicionado es muy fuerte. Pero nadie habla. Solo se cogen de las manos, como si estuviésemos en una misa.
—Buenas tardes.
La voz grave de una mujer resuena mientras algo cae sobre nuestras cabezas. Parecen hojas de laurel. Suspiro mientras veo los ojos azules de la mujer que parece ser la que va a hacer el ritual. En la oscuridad, el fuego parece relucir en ellos y en las joyas que lleva en su cuello.
—Todas, cerrad los ojos. No os preocupéis, en breve empezaréis a sentir una relajación interna.
Hago caso y cierro los ojos. Me siento débil, y pienso en Hana. En sus ojos verdes. En su sonrisa. Es muy guapa, muy buena, demasiado perfecta que a veces ni me creo que esté conmigo. Quisiera acariciar mi anillo, pero las manos las tengo cogidas por las mujeres que están a mis lados.
Alguien me acaricia los hombros, que están descubiertos por el vestido, y siento un escalofrío. Odio que me toquen. Nadie más que Hana puede hacerlo, y a veces incluso a ella la golpeo sin querer por tocarme. Me recuerda a ese momento, y no puedo evitar odiarme por ello.
¿Hasta cuando ese hombre seguirá presente en mi vida?
Me vuelven a tocar. Son manos muy gruesas para ser de una mujer. Recuerdo perfectamente el tacto de hombre, y sobre todo el de Hana. Las comparaciones se repetían sobre todo los primeros días, y no puedo olvidarlo por mucho que quiera.
Abro los ojos al tercer roce, harta de esa sensación. Me encuentro con el rostro de un hombre a centímetros míos. Grito, deshago mi enlace con las otras mujeres, y le doy mi mejor gancho. Hace tiempo que no entreno boxeo, porque el embarazo no me lo permite, pero eso no quiere decir que no pueda defenderme.
Nadie volverá a tocarme de nuevo.
Mi grito alarma a otras mujeres, que abren los ojos y se asustan al verse rodeadas de hombres. Empezamos a dar pelea, pero un disparo suena y todas nos paramos. Apreciamos nuestras vidas, así que cuando nos dicen que nos sentemos, no hacemos otra cosa que obedecer.
Hana tenía razón.
Es en lo único que puedo pensar mientras me atan las manos. Hana tenía razón, nunca debí meterme en esto. No debí...
Las lágrimas me caen al pensar que no la volveré a ver. No volveré a ver sus ojos, su sonrisa, su cara de frustración al volver de un mal día de trabajo. Como policía, Hana se frustra mucho cuando ve las injusticias del mundo. Estoy casi segura de que nunca se ha perdonado no poder defenderme de ese desgraciado, aunque siempre le digo que no ha sido culpa suya.
Saco el móvil como puedo para intentar llamarla. Ella puede ayudarme, ayudar a todas estas mujeres. Sin embargo, un disparo muy cerca de mi mano y una mirada de advertencia me dio la seña de que no va a darme una oportunidad de librarme.
El bebé empieza a patear. No es momento, bebé, no es momento...
Mi teléfono empieza a vibrar. Vibra. ¡Vibra!
—¡Responder! —grito, agradeciendo que tenga la función de responder llamadas así.
No sé quién llama pero grito por ayuda hasta que me encañonan la cabeza con la pistola. Miro al hombre que parece ansioso de pegarme un tiro en la cabeza.
—Mi mujer es policía, y seguramente ya está en camino. Acabo de hablar con ella —río—. Yo que tú, me lo pensaba dos veces.
Ni bien lo digo, la puerta se abre y los policías entran en tropel, dirigidos por Hana, que se acerca a mí y patea al tipo que no puede reaccionar por la impresión.
—Tara, algún día yo misma te mato, idiota. Menos mal que tenemos un email compartido, que sino ni hubiera sabido que estabas aquí.
Le sonrío mientras me desata.
—Sabía que vendrías. Eres mi heroína después de todo, Hana.
La mejor heroína que nunca tendré.
Yahoo :3
Bueno, aquí está el 2 de este mes, que sería el reto 5: Relata una historia centrada en un ritual.
Estaría enlazado con el otro :3 (Stiby si quieres título te sugiero Heroína JAAJJA)
Dejo links!
La pluma azul de Katty
Solo un capítulo más
Hasta otra!
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¡Hola, Ran! Buah, ya me daban mal rollo los cultos y ahora más xDDD
ResponderEliminarLa verdad es que creo que es el primer relato de este objetivo que leo donde el ritual es algo malo que hay que detener en lugar de ser realizado por el protagonista, curioso porque se han hecho un montón de relatos con este objetivo ya (gracias Stiby por las estadísticas).
Lo único que deja con algunas dudas sobre quién era esa gente y qué pretendían hacer con esas mujeres. No sé, se queda un poco corto, creo que la idea daba para más.
¡Hasta otra! ^^
¡Muy buenas!
ResponderEliminarEste relato me ha gustado aún más que el anterior. Está muy chulo el ritual y es original, el enlace con el anterior relato es de diez y es muy interesante la cantidad de mujeres que incluyes en este relato y además embarazadas (esta figura apenas aparece en la literatura). Además de que el ritual como dice Esther sea para algo malo. O eso creo. Bueno el ritual en sí no, sino lo que ocurre en él, esta parte queda tal vez un poco confusa, ¿Quienes son esos hombres? ¿por qué estaban ahí? ¿Era todo un engaño desde el inicio o ocurrió algo durante el ritual?
Habría molado ver más sobre esto pero también está bien dejar las dudas abiertas :D Enhorabuena por los puntos. Y gracias a ti Esther por leer mis estadísticas :')
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarGenial relato! Y justo anoche hablaba con Stiby sobre la necesidad de visibilizar a las embarazadas y una historia que tengo por ahí, así que me ha llegado especialmente. Me alegro de qué centres la historia del ritual en algo así aunque me da mucha pena que el ritual quedara como algo secundario(no hagas caso, es que esto me ha dado muchas ideas xD). Igualmente creo qué te ha quedado un rato estupendo, y me gusta mucho que esté centrado en la necesidad de la protagonista de "arreglar" al no nato, por ese miedo suyo que se extiende desde el primer relato. Creo que al final queda un poquito acelerado, porque justo acaban de hablar y ella entra por la puerta con toda la caballería, da un poco de sensación de "que pasa aquí". Quizá hubiera quedado un poco más natural que ya hubieran estado investigando a esa mujer y esa especie de secta. Pero se siente muy realista la emoción de la protagonista y sigue quedando muy presente todo el tiempo el vínculo fuerte que tienen como pareja y lo mucho que confían la una a la otra. Además me ha gustado mucho que no necesitaras grandes descripciones, porque se entiende todo perfectamente sin necesidad de explicar que es un ritual ni qué está pasando algo malo, simplemente de pronto están todas metidas en un secuestro y ya te imaginas que van a hacer una especie de sacrificio o que les van a robar los bebés, etc, etc... y como digo aunque no menciones qué hacen ni para qué, al final sientes que se ha librado de algo realmente malo.
Cositas:
"Decidí cambiarlo volutariamente" falta la n.
"Es muy guapa, muy buena, demasiado perfecta que a veces ni me creo que esté conmigo. Quisiera acariciar mi anillo, pero las manos las tengo cogidas por las mujeres que están a mis lados." Aquí cambiaría dos cosas, lo de "demasiado perfecta que a veces" por tan perfecta que a veces o simil, así me suena un poco raro. Y también "las manos las tengo" por "tengo las manos".Y "mis lados" casi que lo cambiaría por el singular, o "a ambos lados".
"mirada de advertencia me dio la seña de que no va a darme una oportunidad de librarme." Creo que sería mejor "da" y no "dio".
En general un relato muy bueno, una idea estupenda, bien hilada con el anterior, además de perfectamente cumplido el objetivo. Enhorabuena por la pegatina completa y espero que te ayuden las notitas, que van con cariño y buena intención ^.^
.KATTY.
@Musajue