jueves, 31 de mayo de 2018

#Origireto2018: Mayo #2


Debe ser una broma.

Intento reír la gracia, pero no me sale más que un sonido ronco que ni siquiera soy capaz de reconocer como mío.

—Buen chiste, pero ahora que…

—No es ninguna broma —frunce el ceño, como si lo dijese en serio—. ¿Quién es usted?

—Vamos, ya te vale, no tiene gracia…

Sus ojos no parecen estar bromeando. Ni siquiera está sonriendo. No me puede haber olvidado, ¿no?

—No estoy bromeando. Y si...

Un ruido le interrumpe. Una chica acababa de entrar a la biblioteca y había soltado los libros que tenía en brazos, y me mira como si fuera una especie de Dios que ha bajado a la Tierra.

—¡Señor! —exclama con nerviosismo—. ¿Se le ofrece algo…?

Niego, y parece que se alivia. Hace una reverencia y recoge rápidamente sus libros, con toda la pinta de querer salir de mi vista lo más rápido posible.

—¿Has visto e…? ¿¡En serio?!

¡Se ha ido! Se ha ido dejándome con la palabra en la boca… ¡así, como si nada!

El pie me duele cuando pateo uno de los armarios y los libros caen encima de mí como granizo, dándome en la cabeza.

—¡Auch!

Logro salir del montón de hojas viejas para no asfixiarme bajo ellas, y suspiro.

Ya me parecía extraño todo esto. Y creo que sé lo que pasa.

Es que estoy soñando.

Sí. Y como buen sueño, puedo hacer lo que se me pegue la gana. Porque en los sueños todo se hace realidad, así que mientras esto dure, podré cumplir todo lo que he deseado.

Por lo menos hasta que por la mañana me despierte tan pobre y mísero como siempre.

···

Bueno, este es un sueño muy largo, sin duda.

He hecho de todo. He caminado por todo el palacio a mis anchas, he comido hasta decir basta, me he paseado por todo el pueblo como hacía mucho tiempo que no hacía.

Todo eso está tachado de mi lista.

Siempre supe que algún día sería rico, así que hice una lista de cosas que hacer para cuando lo fuera. 

Tachando lo que ya he hecho, solo quedan dos cosas por hacer, las principales: volver a casa y…

Suspiro. ¿Cómo voy a poder hacerlo si no me recuerda? Le he visto un par de veces cuando paseaba, y me miraba raro, como si fuera un loco o algo. Eso quiere decir que, en este sueño, no me recuerda y por tanto no puedo hacer nada de lo que tenía planeado.

Supongo que tendré que empezar de cero.

Pero ahora tengo los recursos. Quizá sin dinero no tenía ninguna posibilidad, pero ahora sí puedo.

Ahora sí puedo enamorarle.

Así que tendré que empezar por lo básico. Que me conozca.

—¿Me estás siguiendo o es mi impresión, señor rey?

Ups, me ha pillado. Ha perdido ya los modales, nunca le han durado.

—Tranquilo, no quiero hacerte daño.

—Dudo que puedas.

Impertinente como siempre.

—Vaya, y yo que iba a invitarte a cenar.

—¿Quién te ha dicho que yo querría? —la pregunta me parece tonta. ¿Quién rechaza comida?—. Ah, suponía eso.

—¿El qué?

—Que el ego de su majestad es tan grande que se piensa que puede tener lo que quiera con el chasquido de sus dedos.

En realidad, eso es cierto. Solo tengo que pedir algo y lo tengo inmediatamente.

—¿Y no es verdad?

Se cruza de brazos, con sus ojos verdes tan serios como cuando me echa una de sus charlas.

—No. A las personas no se las compra.

—¡Eso ya lo sé!

—Pues parece que no, visto lo visto.

Da media vuelta y se va volando, aunque no puede ir muy lejos por el hechizo sobre sus alas.

No tiene caso seguirlo.

···

—Al final te saliste con la tuya, ¿eh?

Sonrío. Era obvio que no estaría nada contento, después de todo prácticamente le he obligado a venir. Nunca he entendido su tozudez, rechazando siempre las ofertas por orgullo. Puede estar muriéndose que no aceptaría la ayuda que consideraba que no merecía.

—Siempre.

—¿Por qué la insistencia? Que yo sepa, estoy aquí contra mi voluntad.

No le falta razón. Cuando dije que quería que viniera a dos sirvientas, no me imaginé que le atarían y 
le tirarían en lo que ahora es mi despacho.

Quizá la manera sea algo ruda, pero como siempre le he dicho a este maldito terco, es que el dinero siempre te ayuda a obtener lo que quieres.

—Solo quiero ser tu amigo.

—Pero yo no.

—¿Por qué?

Arquea las cejas, como si le estuviese diciendo que el cielo es amarillo.

—¿Te hacen falta más razones? Estoy atado y prácticamente obligado a hablar contigo. Normalmente mis amigos no se comportan así.

—Bueno, pero tú fuiste el que no quiso venir.

—¿Y eso es motivo para hacer esto? —levanta sus manos, mostrándome las cuerdas que las atan—. Que yo sepa, puedo tener voluntad. Suficiente que no puedo volver a mi hogar.

—Eso no es mi culpa.

—No te he visto hacer nada por solucionarlo desde que el otro rey murió.

¿Eso fue lo que pasó? ¿Murió y por eso en este raro sueño soy rey? Vaya, no me lo habría imaginado, pero no tengo cómo rebatirlo.

—¿Por qué no me das una oportunidad?

¿No puede ver que es por él que deseaba tener todo esto? ¿Por qué mis sueños siempre tienen que ser incompletos? Yo solo quiero que me quiera, y ahora debería ser muy fácil.

Debería.

—¿Porque piensas que puedes comprarme con dinero, quizá? ¿O porque estoy atado y hechizado para no poder ni irme a mi casa? No sé, ¿se te ocurren más razones?

—Pero…

—Pero nada —no me da tiempo a responder—. No pienso hablar contigo. Aunque me regales todo el castillo.

—¿Por qué eres tan terco?

—Así soy yo. Insoportable, ¿no? Pues mira, ya que lo sabes, déjame ir.

—No lo haré, así que nos podemos quedar así todo el rato.

Apoyo los codos en la mesa y sonrío.

—Bien, pues así será.

Sé que lo dice en serio, porque no se ríe.

—¿Estás seguro?

—Sí, porque no me quedaré ni un momento más.

Y se va, atado aún con por las muñecas.

Parece ser que al final tenía razón: el dinero no me dará lo que más quiero.

No me dará su amor.

 ···

Yahoo!

¿Cómo estáis? Bueno, a últimas de mes pero terminado!

Este sería el reto nº21 "Relata lo que haría tu personaje para conseguir lo que quiere si fuera millonario", y es de fantasía pa cumplir uno de los retos anuales.

Espero que os haya gustado este :3

Dejo links :3

La pluma azul de Katty

Solo un capítulo más

Hasta otra! 

jueves, 17 de mayo de 2018

#OrigiReto2018: Mayo #1


Sueños.

Eran sueños lo que hacían levantarse cada mañana. Sueños que, para él, parecían cercanamente inalcanzables. No era de extrañar, pues tenía al alcance de su mano todo lo que quería, todo cuanto ansiaba, tanto él como el mundo entero.

Todo lo que no tenía.

Dinero.

¿Quién no podría querer dinero? Era como tener nuevas alas. Como modificar un aspecto de su vida que no le gustaba, cambiarlo al instante. Remodelar un pasado que no deseaba tener. Tenía claro que nada podía hacerse sin dinero, porque, aunque fuera triste pensarlo, todo giraba en torno a este.

De hecho, trabajaba al servicio de un rey. Uno que tenía tanto dinero como para aliviar el hambre de todo el reino pero que no lo hacía, porque su codicia no le dejaba ver más allá. No le culpaba, si él tuviera tanto dinero desde niño, también sería así.

Pero algún día tendría tanto dinero que el rey se le quedaría atrás. Y entonces podría hacer cualquier cosa. Porque el dinero que tendría junto a su magia, le harían alguien invencible. Alguien poderoso.

Entonces obtendría todo lo que quisiera.

—¿Quieres dejar de soñar despierto, idiota? Te vas a cortar.

Miró las tijeras con las que cortaba un trozo de seda, más cara que toda su comida en una semana, peligrosamente cerca de su mano.

—Lo siento —guio las tijeras por el lugar indicado—. Si nos dejasen hacer esto con magia, no pasaría.

—Sabes que el rey no se fía de la magia. No es un feérico, pero sabe que su ejército será mejor con magia en sus filas.

—No me lo recuerdes. Ninguno quiso estar aquí en primer lugar.

—No podemos hacer nada, así que deja de soñar despierto y date prisa —miró el reloj—. Pronto los sastres llegarán a por la seda.

Le miró mal, pero no objetó. Su mejor amigo era más flexible a adaptarse a las situaciones, y se hubiese vuelto loco si no hubiese llegado a ese castillo con él. Últimamente había muchas redadas de feéricos en los bosques, con algún extraño objeto que anulaba su magia temporalmente y los secuestraban para forzarlos a ir al frente. Si no estaban en guerra, los obligaban a servir al rey, como era su caso.

A ellos los secuestraron en una de esas redadas. Nunca hubieran salido de su bosque de no ser por eso.

Por ello, cada noche miraba el cielo estrellado, pidiendo despertar como un rey, tener mucho dinero para poder tener todo lo que quisiera…

"Algún día despertarás y serás asquerosamente rico. Ese día, te darás cuenta de que no todo en la vida es dinero".

Eso le había dicho alguna vez su amigo. Pero no tenía ni idea. Si tuvieran dinero, eso no estuviera pasando. No estarían condenados a morir en la guerra o estar toda su existencia entre muros.

—Por favor —como todas las noches, pidió al cielo mientras su amigo dormía a su lado, en aquel cobertizo que era muy incómodo los días de lluvia al estar sin techo—. Quiero despertarme algún día... y ser tan rico como el rey.

Cerró los ojos, sin ver la estrella fugaz que atravesaba el cielo.

***

Agua.

Los feéricos no sabían nadar. Solo volar. El agua era para las ninfas. Odiaba el agua.

Se ahogaba. Iba a morirse sin haber conseguido su objetivo. Siendo bello y joven, iba a ahogarse sin haber hecho demasiadas cosas, sin haber dicho muchas otras.
Agitaba los brazos, pero solo encontraba agua. Entonces, algo le agarró y le tiró hacia arriba.

—¡Señor! ¿Está bien, señor?

¿Señor? No era tan viejo. Por favor, si todavía era joven y hermoso.

—Parece que respira.

Eran dos voces femeninas. Eso pudo distinguir en cuanto dejaron de pitarle los oídos y escupió el agua que había tragado.

—Señor, le dijimos que era mala idea lo de bañarse en un lago artificial.

Una de las muchachas le miraba con preocupación, pero él no se fijaba en ella, sino en su alrededor. Todo era oro, dorado, con ciertos trazos blancos.

—¿Dónde... estoy?

Las chicas se miraron preocupadas entre sí.

—Está en su habitación, su majestad, ¿recuerda...? —preguntó la otra, que estaba mojada. Seguramente ella le había salvado.

—Espera. ¿Qué has dicho?

—Que está en su...

—No, después.

Arqueó una ceja.

—¿Su majestad?

No se lo creía. Entonces no había sido su imaginación. Se miró a sí mismo, con un traje blanco y dorado como la sala donde se encontraba. Miró hacia atrás y descubrió una pequeña honda de agua. No estaba tan profundo para que alguien se ahogue, y se sintió algo estúpido por ello.

Se levantó y vio la inmensidad de la habitación. Era más grande que el cobertizo donde había vivido durante años, sin duda. Su amigo lo flipaba en colores como supiera que esa era su habitación.

—¿Se encuentra bien?

Las muchachas le miraban como si fuera un bicho raro, y él solo les sonrió.

—Sí, perfecto. Podéis retiraros, gracias por vuestra ayuda.

Las dos parpadearon sorprendidas, como si agradecerles su trabajo fuera lo más impensable del mundo.

En cuanto salieron, se puso a saltar encima de la suave cama llena de algodón. ¡Algodón! Eso solo lo había tocado para hacer las sábanas del rey. Ahora, tenía todo el algodón en sus pies, saltando encima de él como si no costase igual que a su comida del mes.

A su lado había una bandeja llena de frutas. Cogió una manzana y se la comió, hacía mucho que no comía una porque no les dejaban acercarse a los bosques.

—¡Soy rico! —rió.

Su deseo, de alguna manera, se había hecho realidad en un abrir y cerrar de ojos. Había despertado, y de la nada era rico. ¡Asquerosamente rico!

Entonces se le ocurrió ir a ver a su mejor amigo, que con toda seguridad estaría en la biblioteca del castillo, pues solía madrugar para ir ahí. No se lo creería, ni en sueños se hubiera imaginado que tan rápidamente su deseo se pudiese hacer realidad.

Ahora sí podría decirle todo lo que había callado desde hacía tiempo.

Alegre, entró en la biblioteca y encontró sus ojos verdes centrados en un denso libro.

—¡Hola! —saludó, sonriente.   

Levantó su mirada del libro y le miró con extrañeza.

Las siguientes palabras que dijo le rompieron el corazón.

—¿Quién es usted?

Yahoo!

¿Cómo estáis? Bueno, yo debido a mi lesión aprovecho pa escribir un poco.

Este sería el reto nº9 "Un despertar original", y es de fantasía pa cumplir uno de los retos anuales.

La pegatina la subiré cuando tenga el 2. Espero que os haya gustado este :3

Dejo links :3

La pluma azul de Katty

Solo un capítulo más

Hasta otra!